Saco la mano por la ventanilla
y saludo al cadaver de mi desamor
atropellado por el tiempo, la angustia y la indesición.
Luego saco el brazo, la cabeza y dejo que el viento me libere,
tomo mi molde y lo abandono en la ruta
tomo mi pincel y lo escondo en la guantera
tomo alguna pastilla para dormir y despierto a tu lado.
Estoy en ruta una vez más.
lunes, 7 de julio de 2008
jueves, 12 de junio de 2008
Me tacho una "x" en el pecho
para que sigas saltándome encima
rompiéndome para que no pueda nadar.
Hundiéndome con violencia
pero regalándome un poco de aire
para que en las profundidades me consuele.
Te aviso que podés sacarte los zapatos,
así no se te mojan, y no te lo tomás literal.
Te aviso que el agua me contiene
y que el amor me mira de reojo,
que la primera vez que te vi llovía ahí afuera
y la última vez llovía acá adentro.
Seguís tratando de ahogarme
y yo sigo tratando de hacerte entender
que ya estoy anclada a tus fondos
mucho más profundos y oscuros que el mar...
pero el líquido y las lágrimas te tapan el corazón
y ves como muevo los labios y esperás en vano escuchar,
mientras te sacás las medias y empujás más fuerte
mi boca deja de patalear y exhalo el último aire que me regalaste.
No quiero tus redes ni tus salvavidas,
quiero que la deriva me acaricie el corazón.
No quiero tus timones agridulces, ambiguos de dirección,
quiero que la vida se me ponga salada
y la corriente me muestre un único camino,
ese que vos también solías transitar, Náufrago de la pena.
para que sigas saltándome encima
rompiéndome para que no pueda nadar.
Hundiéndome con violencia
pero regalándome un poco de aire
para que en las profundidades me consuele.
Te aviso que podés sacarte los zapatos,
así no se te mojan, y no te lo tomás literal.
Te aviso que el agua me contiene
y que el amor me mira de reojo,
que la primera vez que te vi llovía ahí afuera
y la última vez llovía acá adentro.
Seguís tratando de ahogarme
y yo sigo tratando de hacerte entender
que ya estoy anclada a tus fondos
mucho más profundos y oscuros que el mar...
pero el líquido y las lágrimas te tapan el corazón
y ves como muevo los labios y esperás en vano escuchar,
mientras te sacás las medias y empujás más fuerte
mi boca deja de patalear y exhalo el último aire que me regalaste.
No quiero tus redes ni tus salvavidas,
quiero que la deriva me acaricie el corazón.
No quiero tus timones agridulces, ambiguos de dirección,
quiero que la vida se me ponga salada
y la corriente me muestre un único camino,
ese que vos también solías transitar, Náufrago de la pena.
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